miércoles, 20 de enero de 2010

Cosas raras de los supermercados (2ª parte)

Esta vez estaba en la charcutería esperando mi turno, el 34. Nada mas llegar me entraron por los ojos los nuevos carteles que le ponían a los productos, enormes. Ofertas del tipo "250g por 2€".



La trampa estaba en que ese producto que se ofrecía a dos euros los 250g, costaba a 7'99 el kilo. Y como ese, otros muchos con la misma regla, al estilo: 250g a 1€, kilo a 3'99. Entonces, vuelvo a preguntarme ¿esto influye en la gente?

Esta vez, ya que tenia a dos personas por delante pude comprobar, para mi desgracia y vergüenza, como funciona el tema. Una mujer mayor, muy mayor, de esas que piden 3 o 4 lonchas de jamón cocido para cenar o que piden poco, tipo 50g. Que para ella que vive sola le llega, dicen habitualmente. Pues esta mujer decide hacer un esfuerzo para poder hacerse con la oferta y pide "250g, pero ni uno mas".

Yo ya llevaba un rato mosqueado con los carteles. Rompiéndome la cabeza porque no veía el sentido, el ahorro o el motivo para esos precios.

Corta, corta, corta... pesa y aquello da 220g. Pregunta: ¿le vale así?. La señora dice que siendo 220g no le va a servir la oferta, a lo que la dependienta asiente. Así que pone un poco mas. 250g.

Y yo que hice? Yo no hice nada, como un imbécil. Estaba viendo la trampa. Vi la estafa. Y no dije nada. Esa mujer compró mas de lo que tenia pensado engañada por una rotulación. Y yo no dije nada.

Hoy no estoy satisfecho.

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