Ya hace días que no escribo nada por aquí. Parecería que no tengo tiempo para hacerlo, pero no creo que sea tanto como para no tener unos minutos en los que poner algo. Será algo de dejadez o más bien cansancio mental (eufemismo de vagancia).
Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que ayer a la 01:53AM hora local la Phoenix tomó tierra en Marte, amartizó para los puristas del verbo o landing on Mars para los que no se complican la vida, vamos a poner algunas cosillas del espacio e iniciar así una nueva categoría: Espacio.
Ayer por la noche, mientras escuchaba la rosa de los vientos, pude vivir por primera vez una experiencia de este tipo. Siguiendo en directo una misión espacial de gran relevancia. Esta vez no era José María Carrascal el que nos narraba la llegada del hombre a la Luna, eran Bruno Cardeñosa y Marte. Me pareció lo suficientemente apasionante como para poner el canal de la NASA y prestarle un poco de atención.
Infinito. No te acercas realmente al significado de esta palabra, o este valor, hasta que no piensas en el universo y aun así, sigue resultando inimaginable. Pensar en que a la velocidad de la luz, algo humanamente inalcanzable, serian necesarios miles de años para viajar por el universo, casi entre vecinos, ya le da otro cariz al término. Pensemos en La Tierra, ¿Cuánto de grande es? ¿Y los otros planetas? ¿Y el Sol? ¿Y las demás estrellas?... Me resulta abrumador. Desde hace tiempo tengo guardadas unas imágenes que comparan el tamaño de los planetas de nuestro sistema solar entre sí, con el Sol, y a este con otras estrellas. A mí me hace reflexionar mucho sobre la inmensidad y la insignificancia.
Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que ayer a la 01:53AM hora local la Phoenix tomó tierra en Marte, amartizó para los puristas del verbo o landing on Mars para los que no se complican la vida, vamos a poner algunas cosillas del espacio e iniciar así una nueva categoría: Espacio.
Ayer por la noche, mientras escuchaba la rosa de los vientos, pude vivir por primera vez una experiencia de este tipo. Siguiendo en directo una misión espacial de gran relevancia. Esta vez no era José María Carrascal el que nos narraba la llegada del hombre a la Luna, eran Bruno Cardeñosa y Marte. Me pareció lo suficientemente apasionante como para poner el canal de la NASA y prestarle un poco de atención.
Infinito. No te acercas realmente al significado de esta palabra, o este valor, hasta que no piensas en el universo y aun así, sigue resultando inimaginable. Pensar en que a la velocidad de la luz, algo humanamente inalcanzable, serian necesarios miles de años para viajar por el universo, casi entre vecinos, ya le da otro cariz al término. Pensemos en La Tierra, ¿Cuánto de grande es? ¿Y los otros planetas? ¿Y el Sol? ¿Y las demás estrellas?... Me resulta abrumador. Desde hace tiempo tengo guardadas unas imágenes que comparan el tamaño de los planetas de nuestro sistema solar entre sí, con el Sol, y a este con otras estrellas. A mí me hace reflexionar mucho sobre la inmensidad y la insignificancia.
Hace unos días encontré algo parecido en youtube, ese extraño fenómeno que ahora está con nosotros en todas partes (acaso esta definición lo convierte en lo más próximo a lo se debe entender por Dios?). Aquí os dejo el video. Y con música!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario