Operación pexegueiro: trasplantar un frutal (II)

continuando con la historia del trasplante...

Quinta: TRANSPORTE. Esta era a todas luces la fase etapa mas complicada. Pese a los cuatro brazos fuertes con los que contábamos, no somos Hulk. Comenzamos muy optimistas, sacando un buen cepellón. Imposible. Le fuimos rebajando tierra hasta conseguir mover esa monstruosidad. 8 metros separaban el punto de partida de una zona mas clara en la que poder meter algún tipo de carreta para transportar. A medida que íbamos encontrando obstáculos, íbamos cortando un poco mas de raíz... así de lamentable. Al final de esos 8 metros, lo mas duro, levantarlo medio metro para cruzar un muro. En ese momento se produce este diálogo:

Don Manuel: Mira, un tornado.
el que escribe: Que?
DM: un tornado, un tornado!!!
eqe: como que un tornado?!!

Domingo por la mañana, con una ligera lluvia sobre nosotros, de repente aquello comienza a volverse una hazana imposible... Un tornado frente a nuestras narices!!

Reconozco que llamarle tornado a aquello no seria del todo justo, pero bueno. Pondría una foto, pero es bastante mala. Así que dejo un enlace del periódico. Link tornado + Link con video

Con la anécdota de la mañana ya superada, transportamos con mucha dignidad el árbol hasta el nuevo emplazamiento ayudándonos de una carreta.

Sexta: EL HOYO. Pala en mano y a hacer mas grande el hoyo donde antes estaba el tocón del arbusto. Al final la cosa salió bastante grande, con un metro de profundidad y, si no recuerdo mal, sobre uno y medio de diámetro. La tierra no teníamos don echarla sin dañar demasiadas cosas, así que fuimos llenando capachos (capazo) y cuando estos se agotaron, cajas.

Séptima: PLANTAR. Sencillo. Orientar, meter en el hoyo, rellenar con la tierra y ponerle peso encima en forma de piedras y similares.

Será el cansancio, pero uno sale feo... y el otro mas

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