Este año 2012 no va ser recordado por muchas cosas positivas. Los Mayas pronosticaban un final de ciclo, fin del mundo u otras libres interpretaciones. El país no parece ir muy bien, aunque como siempre, depende para quien, que muchos están viviendo años dorados. En lo personal, no hay mucho por lo que alegrarse, culpa mía, desde luego, y lo peor puede que aun esté por venir. Pero centrémonos en asuntos mas propios des este blog, abandonado blog.
El asunto tomatil está resultando desastroso. Estamos finalizando agosto y aun comienzo ahora a coger alguno, cuando el mildiú ya se está apoderando de ellos. El mal es común en esta zona, por todas las esquinas se escucha el
"non e ano de tomates". El tema es que ya se venía escuchando en mayo. Sabiduría popular... agg, como escuece esta última palabra. Sabiduría de la gente.
Los tomates cherry no dejan de crecer. Crecen y crecen y a este hombre que levanta dos yardas sobre el suelo le cuesta alcanzar los mas altos incluso subido a una silla. Por supuesto, ya están despuntados pués si no ya los veo alzanzando el tejado. También echan y echan tomatillos, pero no maduran nunca. Dos variedades de cherry.
Algo parecido ocurre con los kumato que tuvo a bien intercambiarme
Ofedellas. Lleno de tomates de buen tamaño pero que llevan así desde hace mes y medio.
El resto de variedades ya ni se salvan. Los tomates pera se quedan en algo testimonial, que supongo que no llegarán a nada, pues los cuatro que hay no alcanzan el tamaño de una nuez. Salvaremos la variedad porque tenemos a bien repartir las semillas y de algún lado volverán :)
Los tomates, digamos, normales, otro tanto de los mismo. Mucho tomate, tamaño interesante, todos verdes y el mildiú galopando.
Nos queda una de las que fue novedad este año, unos tomates cherry amarillos. Dio tiempo a coger un puñado para guardar semillas y nada mas. Las únicas 3 plantas que puse cayeron fulminadas por el mildiú a finales de junio.
PD: ah, que queda otro. Ya veis que no debe ir muy bien que ni me acordaba. Por aquello de lo tradicional y lo local, me hice con unas plantas de tomate negro de Santiago que tuve a bien repartir con una vecina. Por supuesto, aun no se cogió el primero.